Negro ó blanca, hombre ó mujer. A ella la entrevistaron en El Mundo, a él en El Pais, solo se parecen en el cargo. Ella dirije una empresa y plantea su trabajo desde la creencia de que la cultura se desaparecería sin beneficio empresarial. Él administra la produccion cultural, uno de los frutos más preciados de cualquier sociedad civilizada, que existió y seguirá existiendo, independientemente de que haya quien la explote en su propio beneficio. Ella representa los intereses económicos de unos pocos elegidos. Él representa el interés de muchos millones.

Carmen Calvo, ministra de Cultura

“La cultura no puede ser ni gratis, porque los creadores tienen que vivir de ella, ni cara, para que todos podamos acceder a ella. Por eso, hay que lanzar un mensaje esperanzador a los jóvenes, que son quienes cometen más estas actividades delictivas, porque su poder adquisitivo es menor y sus necesidades culturales más amplias”

Gilberto Gil, ministro de Cultura (via Mangas Verdes)

“Trabajo sobre la inspiración de la ética hacker. Pienso en un amplio movimiento nacional e internacional para diseminar la cultura libre a travé del software libre, con el abaratamiento del hardware, con la creación de lugares públicos de acceso WiFi a Internet, con la globalización del conocimiento, la defensa de la diversidad cultural”